La autocompasión
- Catalina de Greiff
- Sep 8, 2016
- 3 min read

Tener autocompasión o ser compasivos hacia nosotros mismos no se distancia de la bondad que sentimos hacia los demás. Se trata de observar nuestros propios errores o defectos con amabilidad y comprensión, sin críticas. A continuación algunos consejos para ser bondadosos hacia nosotros mismos:
Escribir tus preocupaciones y angustias. De este modo, tomamos conciencia de la situación y podemos analizar lo que motivó las circunstancias. Buscar opciones diferentes a la que no fue eficaz, encontrando nuevas ideas para dejar de girar alrededor de lo buena o mala que fue la experiencia.
Hablar con amigos cercanos que se preocupan por nosotros, conversar con otras personas sobre los problemas ayudará a abordarlos desde otra perspectiva.
Recordar que somos las mismas personas antes y después de cada evento y que las malas experiencias no nos definen como persona. Somos más fuertes de lo que creemos y podemos superar cualquier situación.
Todo es relativo, en determinado momento podemos sentir lástima porque no tenemos una mejor casa, el empleo que deseamos no ha llegado o porque nuestra relación no es perfecta, pero si nos detenemos a pensar en lo que poseemos nos daremos cuenta que es suficiente y que probablemente somos muy afortunados. Recordar que existen personas que viven en condiciones más complicadas y son más felices nos permite tener un enfoque más alentador. Mi madre siempre me ha dicho: “Mira siempre a los menos afortunados y aprecia tus bendiciones”.
Recordar que siempre enfrentaremos problemas en lavida y que dependerá de nosotros mismos encontrar algo positivo a las situaciones aún más dolorosas. Lawrence Sperry inventó el primer piloto automático para los aviones en1.912, nunca se recostó en sus laureles, sin siquiera recordar todas las pruebas y experimentos que tuvo que hacer antes de que funcionara su idea, cuando viajó a Inglaterra y regresó en 1.916 con un maletín repleto de órdenes de lo que hoy es conocido como el piloto automático, convirtiéndose a los veinticuatro años en un inventor reconocido. Sperry nunca se rindió, ni pensó en sus fracasos del pasado.
Dejar de rumiar: Este rumiar, en los humanos, se refiere a una preocupación o pensamiento excesivo de una idea o una decisión tomada. El origen de la palabra se deriva del latín ruminare, que se refiere al acto de masticar de una vaca. Imagínese una vaca masticando y masticando el mismo césped empapado. Así mismo nuestras preocupaciones dan vueltas y vueltas en nuestra mente y no les encontramos fin. Desmenuzar tanto los problemas solamente hará que empeoren, no nos llevará a ningún lugar, es improductivo y nos sentiremos atrapados. El pasado ya pasó, se ha ido y lo único que podemos hacer es aprender de la experiencia. Por otro lado, el futuro es siempre incierto y tal vez los eventos que en este momento nos angustian nunca se harán realidad. Cuando te des cuenta que estás empezando a rumiar detente, piensa que las cosas van a mejorar y ten fe que eventos positivos están por llegar.
Mantener alejado el drama y la negatividad: Si estás rodeado de gente negativa, hazme caso, ¡aléjate! Debemos retirarnos de personas que percibimos como enojadas con la vida, que creen que todo en el mundo está en su contra, que buscan atención constante y que podemos definir como tóxicas, es conveniente retirarse cortésmente de su compañía y conservar una sana distancia.
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