El lado bueno del estrés

¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando piensas en estrés? ¿Canas? ¿Ulceras? ¿Ir a clase de yoga urgentemente? Siempre hemos pensado que el estrés es nuestro enemigo, pero será verdad?

Es muy cierto que el estrés negativo es la toxina de nuestro mundo moderno. En un seminario que dicté recientemente le pregunté a los asistentes lo siguiente: ¿Cuántos de ustedes piensan que el estrés negativo es una parte inevitable de la vida? Y ¿Cuántos de ustedes piensan que son responsables por su propio estrés? Las respuestas me sorprendieron, la mayoría de las personas dijeron que el estrés es una parte inevitable en la vida.

¿De donde viene este estrés negativo?

Es el resultado de nuestra percepción que estamos siendo amenazados y que no tenemos control sobre la situación. Seguramente han oído escuchar sobre el término “fight-or-flight” o “lucha y huida”, lo cual provoca en el cuerpo importantes cambios, entre ellos: aumento de las contracciones cardíacas o taquicardia lo que, unido al mayor volumen de sangre que saldría del corazón, eleva la presión sanguínea y la tasa del pulso; se produce también una afluencia de sangre en los músculos principales, una elevación del tono muscular, una aceleración de la respiración, etc.

Adicionalmente, cuando estamos estresados negativamente, las emociones que sentimos como miedo, ansiedad, frustración se intensifican; nuestro cuerpo comienza a liberar las hormonas del estrés creando un desbalance en el cuerpo. Es por ello que en las empresas es importante informar a los empleados cual es el sentido y el propósito de sentir estrés continuamente. Que entiendan los empleados que el estrés es un reto de grupo, no una carga individual. Aprender a conectar los puntos entre significado y estrés para ayudar a los individuos y el equipo a lograr el éxito.

Una ruta importante es ir a la causa del problema, todos esos pensamientos negativos acerca de uno mismo y el mundo que nos rodea, aun desde nuestra infancia. Generalmente tenemos pensamientos destructivos y generalizamos más de lo debido: “Soy un fracaso” o “nadie me quiere”.

Para eliminar estos pensamientos negativos y estresantes puedes empezar a analizar todo de manera racional, con evidencias claras y pensamiento positivo. Entre más se practica, se van creando nuevos caminos neuronales en el cerebro.

Otra forma es la llamada “Proestrés” o estrés positivo, es cuando vemos una situación como un reto en lugar de una amenaza. Si creemos que tenemos control sobre ello, encontramos rutas para arreglarlo y le encontraremos significado al evento estresante.

Para cambiar la manera de pensar acerca del estrés, la felicidad y el propósito se requiere de un esfuerzo diario y constante. Los directivos deben informar al equipo humano sobre los retos, haciendo énfasis en que los obstáculos en el camino son un desafío, no una amenaza a la felicidad; que las personas tendrán éxito si trabajan en equipo; y que existe un significado detrás de todo este estrés. La idea es ver el estrés no como una carga, sino como una experiencia compartida.

Por último, la próxima vez que te encuentres en una situación estresante hazte las siguientes preguntas: ¿Veo esto como un reto en lugar de una amenaza? ¿Tengo control sobre la situación? ¿Existe una forma en que pueda aprender y cambiar? Estas preguntas te pueden ayudar a tomar acción y cambiar el estrés a “proestrés”. Todo se resumen en lograr ver el estrés como un desafío y entender que todos estamos en esto juntos.

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